BURSITIS TROCANTÉREA O TROCANTERITIS

Bursitis Trocantérea o Trocanteritis

La bursitis trocantérea o trocanteritis es una frecuente causa de dolor en la cadera.   Siempre pensamos que las bursitis sólo pueden ocurrir en el hombro, pero no es así, todas las articulaciones del cuerpo tienen estas estructuras llamadas bursas, que se pueden inflamar y causar mucho dolor.

Una bursa es una almohadilla que se encuentra en nuestras articulaciones, y que sirve como protección a los tendones y los músculos al roce de las superficies prominentes de los huesos, es decir, las bursas son como pequeños amortiguadores que tenemos en las articulaciones. Tenemos alrededor de 160 bursas en todas las articulaciones.

El sufijo «itis», viene del griego , y significa inflamación. Por eso  vemos los términos sinusitis, gastroenteritis, encefalitis, rinitis, para describir la inflamación de cualquier tejido del organismo.  Entonces tenemos que bursitis es la inflamación de una  de estas estructuras llamadas bursas.

Es la aparición de dolor e inflamación en la bursa trocantérea o trocantérica. La bursa trocantérea está situada en el lado lateral de la cadera, justo al lado de donde tenemos el bolsillo del pantalón. Tiene por función proteger del roce de la cintilla iliotibial contra el trocánter mayor.

 

 

 

 

¿Qué síntomas da la bursitis trocantérea o trocantérica?

Da dolor en el lado externo de la cadera, al pararse, al caminar y al subir o bajar escaleras.

El examen físico es muy importante, la rotación externa e interna de la cadera es dolorosa, así como la palpación directa sobre el trocánter. Se debe hacer el diagnóstico diferencial con artrosis de cadera.

Obesidad

Pie plano

Cirugías previas
(prótesis de cadera, fracturas)

Disimetría de miembros
(piernas de diferente tamaño)

Exceso de actividad física

Patologías de columna Artrosis de Cadera.

LLama la atención que el 80 % son mujeres, tal vez debido a la anatomía de la pelvis femenina.

¿Cómo se trata la Bursitis Trocantérea?

Se inicia con analgésicos, hielo local y reposo. También se pueden emplear cremas tópicas que contengan arnica.

Si el dolor persiste puede realizarse una o dos infiltraciones con esteroides. Los ejercicios de rehabilitación y el calor profundo también ayudan.

Existen férulas especiales para trocanteritis que pueden aliviar el dolor.

En raros casos de dolor persistente puede ser necesaria la intervención quirúrgica.