La fractura de húmero proximal, también llamada fractura del hombro, es una de las fracturas más frecuentes en traumatología. Es especialmente frecuente en los ancianos, debido a la osteoporosis y a las caídas que frecuentemente se ven en la tercera edad.
¿Cómo se clasifican estas fracturas ?
Las fracturas del húmero proximal se clasifican según el número de fragmentos que tengan, en fracturas de uno, dos tres y cuatro fragmentos. Los fragmentos tienen que estar desplazados un mínimo de 1 centímetro o tener una angulación de 45 grados. Esta clasificación fue desarrollada el siglo pasado por el Dr. Charles Neer, uno de los fundadores de la cirugía del hombro.
¿Cómo se tratan las fracturas del húmero proximal?
Si la fractura no está desplazada o el desplazamiento es mínimo se puede tratar con inmovilización con una férula por 4 a 6 semanas, seguido de un período de rehabilitación, para prevenir la aparición de rigidez o el llamado «hombro congelado». Si la fractura está desplazada entonces es necesaria la reducción de la fractura y fijación con alambres, tornillos o placas y tornillos.
En las fracturas muy desplazadas de pacientes ancianos se puede emplear como tratamiento la prótesis de hombro.
¿Cómo se inmovilizan las fracturas del húmero proximal?
La manera ideal de inmovilizarlas es con una férula en rotación neutra como se ve en la figura. Si no se logra una reducción adecuada se requiere cirugía.
¿Qué complicaciones pueden tener estas fracturas?
Puede ocurrir pseudoartrosis, infección, y necrosis avascular de la cabeza del húmero. Es muy frecuente la rigidez por la inmovilización que se requiere, por lo que es importante la rehabilitación.