1. Controle su peso
2. Practique ejercicio
Especialmente ejercicio de bajo impacto. El cartílago de nuestras articulaciones no tiene vasos sanguíneos, de manera que la nutrición del mismo viene por el líquido articular. El ejercicio mejora la calidad de nuestro cartílago y su resistencia, pero hay que tener cuidado con los ejercicios de alto impacto, tales como saltar y correr.
También es importante alternar los ejercicios, no correr todos los días, sobre todo si tienes más de 50 años. Es preferible un día correr, el otro nadar, el otro pesas. De esta manera le damos tiempo a las rodillas para recuperarse.
3. Fortalezca los músculos de sus piernas.
El cuádriceps es el músculo grande que tenemos en nuestros muslos. Es el músculo más importante para darle estabilidad a la rodilla, y su debilidad ocasiona condromalacia rotuliana y artrosis patelofemoral. Además un cuádriceps fuerte ayuda a prevenir caídas. Los músculos de la región posterior del muslo y los músculos de la pantorrilla también ayudan a prevenir lesiones.
4. Cuidado con las lesiones deportivas
5. Acuda al traumatólogo
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