LUXACIÓN DE CODO

El codo es una articulación muy estable, sin embargo traumatismos de gran intensidad pueden causar una luxación.

Una luxación de codo es la pérdida de la congruencia articular del codo producto de un traumatismo violento. Puede estar acompañada de una fractura.

Lo más frecuente es durante la práctica de un deporte de contacto como fútbol o rugby, después de una caída sobre la mano en extensión.

Una persona que sufre una luxación de codo siente un dolor intenso e imposibilidad para mover el codo. El codo se ve deformado.

Lo más indicado es que lo inmovilice con un cabestrillo improvisado con un trapo y lo traslade al Hospital o Clínica más cercano.

No es recomendable que intente llevarlo a su sitio si no tiene formación médica, porque puede causar más daño, si la luxación está asociada a una fractura puede desplazarse más. Una luxación de codo puede estar asociada a una fractura de la cúpula radial, o de la apófisis coronoides.
Es muy importante actuar rápido, la reducción precoz de esta luxación mejora su pronóstico.

Se coloca analgesia suficiente y se indica una radiografía del codo para verificar que es una luxación y no una fractura. Si se trata de una luxación se debe reducir lo más pronto posible pero con algún tipo de sedación, ya que es una maniobra muy dolorosa.

Diversos estudios sugieren que la inmovilización debe ser lo más breve posible, y que la fisioterapia debe comenzar tan pronto como el dolor lo permita. Una inmovilización de más de tres semanas puede causar rigidez del codo, especialmente dificultad para la extensión completa del mismo.

El traumatólogo debe evaluar la estabilidad del codo para iniciar la movilización pasiva y activa del mismo. Si la estabilidad lo permite se puede inmovilizar sólo con un cabestrillo.